La preservación del medio ambiente y la recuperación de zonas litorales son elementos esenciales para garantizar la sostenibilidad del litoral de las Islas Baleares y son igualmente elementos determinantes del mantenimiento y la mejora tanto del bienestar de los ciudadanos como de la competitividad de la actividad económica así como del imprescindible mantenimiento del patrimonio natural y los valores socio-culturales de los residentes. En particular, la actividad turística se sustenta en un medio ambiente, un recurso natural que no es ilimitado y que debe preservarse y gestionarse de forma integral teniendo presente los avances en el conocimiento. Esta misma actividad turística produce también, a su vez, una serie de impactos sobre el medio que deben minimizarse gracias a la implantación de nuevas tecnologías.
- Bienes y servicios que proporciona la zona costera.
Por tanto, es importante tomar conciencia de que la zona costera es el entorno sobre el que se asienta una parte cada vez mayor de la población y es también el recurso básico que vertebra la actividad turística, un elemento esencial de la actividad económica de las Islas Baleares. Pero además, la zona costera proporciona todo un conjunto de bienes y servicios que ahora podemos cuantificar en términos económicos (siempre que la reposición sea posible, lo que no es siempre el caso tal y como explica la escuela de la sostenibilidad dura). Los bienes incluyen, por ejemplo, alimento para la población, sal, minerales y petróleo, arena, biodiversidad (incluyendo la riqueza genética de interés biotecnológico y medicinal), etc.
Los servicios proporcionados por los ecosistemas costeros son quizás menos cuantificables en términos absolutos ya que, en muchos casos, no tienen precio para la sociedad y la vida sobre el planeta, aunque si es evidente su valor, incluso ya en estos momentos cuantificable también desde un punto de vista económico. Son, por ejemplo, la estabilización de las playas (protegiéndolas de temporales extremos y de la erosión por el oleaje y los vientos), el mantenimiento de la biodiversidad, el mantenimiento de la calidad de las aguas (a través de la filtración y degradación de contaminantes) o los servicios asociados al turismo y las actividades recreativas y de ocio. Durante muchos años hemos dado por sentados o establecidos de forma inmutable estos múltiples bienes y servicios pero hoy sabemos que esto no es así. Podemos agrupar estos bienes y servicios en distintas categorías temáticas : biodiversidad, calidad de aguas, estabilización del litoral, turismo y recreo, producción de alimentos y pesquerías. También es importante tener presente las funciones de la zona litoral en relación al ciclo hidrológico, al clima y al cambio global (el cambio climático es uno más de los cambios que están afectando a los ecosistemas y a los bienes y servicios que nos proporcionan) así como los servicios asociados al transporte terrestre y marítimo (incluyendo puertos) y la energía o el agua (incluyendo infraestructuras).
- Demandas, conflictos y evaluación de alternativas en el litoral
Partiendo del estado actual del litoral, conociendo su evolución histórica así como las presiones soportadas y los bienes y servicios producidos, se plantean conflictos derivados de expectativas distintas (legítimas a priori) por parte de distintos sectores y es imprescindible avanzar en la identificación de las respuestas posibles. Es necesario evaluar, en detalle, las alternativas de las distintas acciones que se puedan proponer para una zona costera específica, siempre en un marco global y real de sostenibilidad. Sin embargo, para poder incluir este tipo de evaluación de alternativas en los procesos de toma de decisiones es imprescindible disponer de mejores datos y mayor conocimiento sobre el funcionamiento y la variabilidad (natural y antropogénica) de los ecosistemas costeros.
- Investigación de excelencia orientada y con capacidad predictiva
Es evidente, por tanto, la necesidad de apoyar una investigación de calidad internacional que permita, mediante nuevos datos fiables, realizar un diagnóstico sobre el estado del sistema litoral y las presiones sobre el mismo, al mismo tiempo que se avanza en la identificación de las respuestas posibles a los problemas ya identificados (actuales y futuros). Esto es posible gracias a nuevos planteamientos integrales e interdisciplinarios (por oposición a los planteamientos sectoriales reactivos históricos), la definición de nuevos conceptos y nuevas metas junto con acciones específicas cuyos efectos podemos ahora conocer en tiempo casi real mediante nuevos datos e indicadores de progreso multidisciplinarios para los que debemos establecer tanto las horquillas naturales de variabilidad como los valores límite a partir de los que deben dispararse las señales de alarma. Todo ello con el fin último de avanzar en el conocimiento e incrementar nuestra capacidad predictiva de los fenómenos en el litoral y diseñar nuevas herramientas de apoyo a la toma de decisiones en temáticas como la preservación de la biodiversidad, la calidad del agua, la seguridad en zonas de baño, los efectos del cambio climático sobre el litoral, la erosión de playas, la prevención de daños en la costa debidos a catástrofes naturales o de origen humano, las oscilaciones en puertos y bahías, etc.
Existen ejemplos claros y ya establecidos de estos nuevos planteamientos de investigación de excelencia orientada a responder a las necesidades de la sociedad. La oceanografía operacional es uno de estos ejemplos, ya que conjuga nuevos sistemas de muestreo (in situ y remotos), acoplados con nuevas herramientas numéricas de predicción de la evolución de las corrientes marinas. Se ha pasado por tanto de una oceanografía empírica y descriptiva a una oceanografía con capacidad predictiva. Este mismo planteamiento está ahora extendiéndose a otras disciplinas como la ecología que se ha basado en muchos casos hasta la fecha en establecer relaciones empíricas en un sistema muy complejo lo que conlleva, en ocasiones, una excesiva simplificación de la variabilidad espacial y temporal del medio ambiente así como la realización de extrapolaciones que pueden ser peligrosas. Esta nueva forma predictiva y operacional de abordar el estudio de los sistemas marinos y litorales implica asimismo una nueva perspectiva de adaptación de los sistemas de muestreo existentes a las nuevas Directivas europeas ya que podemos pasar de la existencia de muy costosas redes de muestreo ‘per se’ a unas redes de muestreo que sean las necesarias para la validación de las nuevas herramientas de predicción de los ecosistemas litorales. Así podremos, en base a esta nueva investigación litoral predictiva y operacional, predecir los impactos ambientales, predecir las relaciones entre variables y explorar y proponer nuevas estrategias de gestión del litoral. Las Illes Balears y el IMEDEA se sitúan en la vanguardia internacional en esta nueva forma predictiva y operacional de abordar la investigación marina y litoral, la investigación multidispciplinar de los ecosistemas litorales en el siglo XXI.